TENGO
(canción)
Tengo lleno
de nostalgia todo lo que siento
siento que
en todas las cosas te has quedado tú
y cuando
vuelvo a pensar en el tiempo que vamos a estar
distantes
se me hace
más insoportable
la necesidad
de ti.
Tengo todo
lo que quiero puesto en tu recuerdo
pero el
tiempo, la ausencia, la duda
me inspiran
temor.
Tengo
deseoso el sentimiento
y es preciso
que respondas
tú
si espero.
"Tengo" fue compuesta en
1957. Es una canción concebida para cantarse ad libitum, es decir, a gusto, sin sujeción a marca de ritmo
alguno, El hilo de su argumento es quien manda sobre los caminos que va tomando
la parte musical. Se trata de una
angustiosa sensación de incertidumbre y a ello se debe que no comience ni
recaiga con frecuencia en lo que podríamos llamar su centro tonal. Ella viene
siendo la conclusión de un análisis que debe haber tenido lugar antes de que la
duda que la mueve y justifica se hiciera sonido musical con melodía agarrada al
texto, con armonías que les van dando sentido a ambos.
No es necesario conocer la
técnica musical para tomarle el pulso a esa corriente que impulsa o estanca la
parte sentimental o percibir la tensión de esa cuerda que ordena y amarra lo
que se piensa y razona. Ese no sé qué , cómplice de los silencios, esa rara
sintaxis del espíritu, es la llamada armonía. Nada más lejos de mí que la
posesión de conocimiento teórico alguno cuando mi mente concibió esa pieza. Al igual
que muchas otras mías y, por razones
similares (entre ellas su contemporánea, el bolero No te empeñes más o la canción Como
un río, de 1968) pudiéramos decir que el discurso musical entra de
lado, haciendo giros o dando vueltas de
carnero; no entra dando los buenos días o las buenas tardes y, cuando se
retira, deja la puerta abierta con esa frase final: “es preciso que respondas
tú si espero”, agredida más de una vez por el empecinado mecanicismo de algunos
intérpretes cuando enarbolan ese ordeno y mando alejado de las cosas del alma,
que convierte la interrogante “es preciso que respondas tú si espero” en el
imperativo “es preciso que respondas tú: ¡sí, espero!” que lo ha desvirtuado
más de una vez en grabaciones y convertido en pasto de cultivo para una cadena
interminable de versiones que no he sido capaz de escuchar más de una vez y
-mucho menos-mostrar a otros.
En la etapa de mi
discografía que va desde el año 2000 al 2013, esta canción resultó, después de Llora, la más solicitada para entrar al mundo
de las grabaciones. Con verdadera gratitud a la vida y a los intérpretes cuya
versión he seleccionado para ilustrarla, estoy compartiendola aquí. Pueden
hallarla en el fonograma Derramando luz, de
2013, en la voz de Gema Corredera y el piano de Gonzalo Rubalcaba.
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